CÓMO ENSEÑAR EL AUTOCONTROL DE LA CONDUCTA IMPULSIVA EN EL AULA A TRAVÉS DE LA TÉCNICA DE LAS BURBUJAS DE JABÓN.
Cómo explicamos en un artículo anterior, tener autocontrol de nuestras emociones no siempre es fácil, y mucho menos si hablamos de los niños. Las técnicas más comunes para educar este autocontrol, han estado por mucho tiempo basadas en el uso sistematizado de premios y castigos. Este tipo de aprendizaje tiene como objetivo, enseñar a expresar y ejecutar sus necesidades de una forma apropiada. Es un planteamiento de enseñanza del niño cuyo fin es que aprenda a controlar sus propias conductas no deseadas con ayudas de estímulos externos (en este caso el castigo).
En el aula de educación infantil es muy
normal encontrar niños que en muchas ocasiones presenten conductas
reprobables. Y no siempre debemos aplicar la técnica del castigo.
Existen otras técnicas en las que a través del juego podemos enseñar a
los niños a controlar sus emociones más negativas. Una de estas técnicas
es la de las burbujas de jabón.
A casi todos, ya seamos grandes o
pequeños, nos encantan las burbujas de jabón. Verlas formarse y salir
volando al soplar, es siempre divertido, pero aún lo es más corretear
detrás de ellas para hacerlas explotar. Pues bien, es justo en este
último punto donde nos apoyaremos los adultos para enseñar a nuestros
peques que podemos controlar nuestros impulsos y, en consecuencia,
nuestra manera de actuar.
La actividad es muy simple. Se trata de
colocar a los niños sentados en círculo o como tengáis costumbre de
hacerlo a la hora de trabajar en asamblea, y a continuación explicar que
nosotros vamos a hacer pompas de jabón pero que no pueden tocar
ninguna, que hemos de dejar que esta vez, sean ellas las que nos toquen.
Podéis añadir algún cuento fantástico sobre las burbujas de jabón
mágicas que querían ser amigas de los niños, y no querían que ellos las
explotaran por que si no se pondrían tristes. Una vez que explicáis la
historieta para motivarlos, dejáis bien claro, que el que no sea capaz
de controlarse y toque una, o sople, perderá y se sentará en su silla.
El ganador o ganadora será nombrado “amigo oficial de las burbujas de
jabón” y podéis premiarlo con un gomet conmemorativo del evento y
nombrarlo “Hacedor de burbujas oficial del día”.
Cuando hagáis las burbujas, los veréis
como se quedarán con muuuuchas ganas de tocarlas pero aprenderán, poco a
poco, a controlarse y no hacerlo. Conforme sean las burbujas las que
los toquen a ellos y les exploten encima, veréis sus caritas
emocionadas. Cuando hayáis acabado, podéis jugar un ratito más de
manera libre, siendo el ganador el que en esta ocasión haga las
burbujas. Os lo pasaréis muy bien, y ellos aprenderán sin darse cuenta.
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