Mediación Escolar es un instrumento que promueve la Cultura de la Paz y de la no Violencia
dentro de los centros escolares de Educación Primaria y Secundaria. En
la actualidad, muchos centros tienen muy en cuenta la Mediación Escolar
como método para la Resolución de Conflictos. En estos centros existen formadores que instruyen a otros miembros de la Comunidad Educativa
como son profesores, padres y alumnos. Pues bien, dentro del proceso de
formación de mediadores, cabría incluir como un factor determinante las
siete fases de una Mediación Escolar.
¿Cuáles son las siete fases para llevar a cabo la Mediación Escolar de un conflicto?
1. Detectar el conflicto.
En primer lugar hay que saber qué personas son las que solicitan una
mediación escolar y por qué. Es conveniente en este primer paso de la
mediación, hablar con las personas afectadas por el conflicto y
explicarles de forma clara y sencilla en qué consiste una mediación, ya
que esta siempre debe ser voluntaria. Ademas, los mediadores deben
valorar si el conflicto creado puede ser mediado o, por el contrario,
sancionado. En el caso de ser sancionable este se deriva al tutor o a la
Jefatura de Estudios. Cabe recordar que no todos los conflictos de un
centro escolar son susceptibles de una mediación. Aquellos que atentan
contra las normas de convivencia del centro, en principio, no tienen
cabida en una mediación escolar.
2. Iniciar la mediación.
A continuación se prepara el espacio en el que se se va a desarrollar
la mediación. Para saber más sobre la importancia del espacio para
llevar a cabo una mediación recomiendo el artículo titulado ¿Cómo debe ser el espacio para una correcta Mediación Escolar? Es
importante en esta segunda fase crear un clima basado en la confianza
mutua. Para ello es recomendable empatizar con las personas afectadas
por el conflicto. Finalmente, se explican las normas por las que se va a
regir la mediación. Sin la aceptación de las normas no hay mediación
posible.
3. Compartir las distintas visiones del conflicto.
En esta tercera fase es cuando los mediadores se interesan por la
naturaleza del conflicto, escuchan de forma activa a las personas
afectadas y nunca posicionándose por ninguno de las dos partes. Es muy
importante que el mediador haga preguntas abiertas y parafrasee lo dicho
para verbalizar desde otra perspectiva el tipo de conflicto creado.
4. Identificar los intereses de ambas partes.
Esta cuarta fase tiene como objetivo ahondar en la naturaleza del
conflicto. Es el momento de intentar enfocar el conflicto desde diversos
puntos de vista. Otro aspecto a tener en cuenta es que el mediador debe
intentar que las personas afectadas por el conflicto sean capaces de
ponerse en el lugar del otro. Si se consigue que cambien de perspectiva,
también serán capaces de revertir su situación inicial. Esta es la fase
en la que se definen los aspectos más relevantes del conflicto.
5. Crear opciones a partir del conflicto.
Llega el momento de poner sobre la mesa todas las ideas que han ido
surgiendo durante la mediación escolar. Una vez están todas estas
propuestas se eligen aquellas que más pueden favorecer a la resolución
del conflicto. Es aquí donde se busca fomentar la cooperación y se
intenta que las partes afectadas sean capaces de llegar a acuerdos
concretos
6. Pactar. Una vez se
han alcanzado los acuerdos que satisfacen a ambas partes, llega el
momento de elaborar una “hoja de ruta” de la que estén convencidas las
partes implicadas en el conflicto. Estas personas deben ser capaces de
verbalizar a qué pactos se ha llegado. En este momento de la mediación
se fija una fecha para revisar en qué estado se encuentra el conflicto,
para así poder llevar a cabo las acciones que sean pertinentes.
7. Cerrar la mediación.
Normalmente, es aconsejable que pasado un tiempo prudencial las
personas afectadas y el mediador o los mediadores se vuelvan a encontrar
para valorar en qué momento se encuentra el conflicto. En esta revisión
se incide en lo que ha funcionado y en lo que no y, si cabe, se
plantean otras pautas de actuación. La mediación finaliza preguntando
qué les ha aportado y qué grado de incidencia ha tenido para la
resolución del conflicto.
Como podéis observar, el proceso de una
mediación escolar viene perfectamente pautado, lo que favorece y mucho
la posibilidad de revolver los distintos conflictos que se producen en
los centros educativos. Una buena mediación escolar será aquella que
sepa transformar el conflicto en una oportunidad de cara a potenciar tal
y como digo al principio del articulo la Cultura de la Paz y de la no
Violencia.
Bibliogragía: M. Carme Boqué i Torremorell, Tiempo de Mediación, CEAC, 2007.
Espero que este artículo os haya sido de utilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario